Cibermitanios

El precio y el valor

¿Quién pone las reglas del juego?
Marx creía que el precio de algo estaba determinado por el esfuerzo que se ponía en crearlo. Por mil razones, esto se demostró completamente erróneo (se puede hacer el experimento de intentar vender una réplica de la estatua de la libertad hecha con excrementos de moscas exquisitamente seleccionadas de la basura de las capitales del mundo argumentando lo difícil que fue hacerla).
La teoría que suplanta a la anterior en los países prósperos modernos es la de oferta y demanda, donde la oferta es la respuesta de alguien a la necesidad de alguien más. El producto tiene valor porque el consumidor lo demanda, independientemente de su proceso de producción. Cuando la oferta y la demanda coinciden (hay una solución para cada necesidad), el precio es el más "justo", equilibrado, orgánico.

Esto es válido también para la oferta y demanda de empleos (el mercado laboral), la oferta y demanda de música, etcétera. Si los medios están llenos de música mediocre, es porque la gente la consume, no porque "le conviene" a la industria (si dejamos de escuchar, la industria deja de ganar y de ofrecerla).

El valor de una cosa es subjetivo y depende de las necesidades; el precio, por otra parte, es a lo que renunciamos para satisfacerlas. Mientras que el valor puede apenas ser más o menos manipulado por la publicidad, el precio es objetivamente determinado por la interacción indirecta de la totalidad de los participantes (es lo que llamamos "economía").

Cuando vamos a comprar algo, ya sabemos cuánto vale. Lo que preguntamos es cuánto cuesta. Marx

Hasta este punto, el mercado es algo tan simple y natural como la amistad. El valor se da solo. Pero el sistema es frágil y se puede desequilibrar fácilmente. Si un tercero interviene por la fuerza y decreta que es obligatorio que vayas una vez al mes a limpiar la casa de tu mejor amigo, el valor de esa amistad se corrompe, se desequilibra: uno ensuciará más que otro, habrá especulaciones, gastos extra, etcétera.

Ahora, independientemente de cuánto la valoremos, esa amistad tiene un precio. Algo similar ocurre cuando un Estado interviene para "ayudar" al vendedor y al comprador, lo cual no es una necesidad sino una necedad.

Lo que quiero subrayar hoy, aunque no entremos en los detalles ya mismo, es que la emisión de dinero, los impuestos, el congelamiento de precios y cualquier medida que intervenga en la economía espontánea del mundo real tiene como efecto la corrupción del precio: lo aleja del valor.

No importa si lo hace un gobierno, el vendedor o un extreterrestre: alterar unilateralmente el precio destruye la función misma de la moneda, que es transmitir cómo valoramos las cosas en el sentido más íntimo... Como un león valora a un conejo.

Valor

¿Hace falta explicar la relación etimológica entre "economía" y "ecología"? Si bien la primera tiene que ver con la administración, es la administración (y principalmente el estudio) de un fenómeno natural, como la circulación del agua en la tierra y el cielo.

Como lo ecológico, lo económico no necesita ayuda para existir. Es la relación entre los seres humanos y los diferentes recursos naturales.

Eso no significa que no amerite tomar medidas convenientes de vez en cuando, pero sí que deben ser muy sabias, delicadas, respetuosas y flexibles —tanto como las ecológicas—. Las malas decisiones en cosas aparentemente tan inofensivas son las que pueden provocar problemas tan grandes como la pobreza crónica.

Al mercado —por supuesto— no le sirve la gente pobre. Al Estado, a veces... Especialmente si es más surdo que Ned Flanders. Y sí, claro que hay justificaciones para cada medida económica que toma un gobierno. Por eso seguiremos repasando las bases lógicas y examinando esas razones una por una, y tal vez tengamos incluso que analizar qué es una razón para ver si todas las razones son buenas razones...

13 comentarios

  1. Excelente. Me va encantando esta nueva serie.
    Por cierto, qué bueno que volvieron los comentarios, incluso los de los post antigüos!

    ResponderEliminar
  2. Noooo vovleron los comentarios !! aah... no se que comentar...
    Esta buena la nueva seccion de economia, con los cabios que se van a ir dando tenes muchos para abarcar.

    PD: me gustan el detalle de los muñequitos lego :P

    ResponderEliminar
  3. "Es que en Marx el valor se identifica con el tiempo de trabajo SOCIALMENTE necesario para producir la mercancía, en tanto el valor de cambio es forma del valor. (https://rolandoastarita.blog/?s=romaniega)
    ¿puede haber mercancías que tienen precio, pero no valor? ... por ejemplo una estatua manufacturada con excremento de moscas

    ResponderEliminar
  4. Cesar, un precio sin valor es como un texto sin lector: Las dos cosas son necesarias para que exista el fenómeno "precio". Pero el punto importante es que la inversión, sea cual fuere (fuerza, tiempo, dinero), no determina el precio.

    ResponderEliminar
  5. Nada más empezar ya caes en uno de los errores clásicos en que caen la mayoría de refutadores de Marx, y que podría evitarse simplemente leyendo con atención las primeras páginas de El Capital. El trabajo empleado en hacer algo que no tiene valor de uso, que es inútil, es trabajo inútil y no genera valor, eso lo dice Marx en las prineras páginas de El Capital, por lo tanto tu torre hecha de moscas no tiene ningún valor, o sea más o menos como tu refutación de Marx, que tampoco tiene ningún valor.

    ResponderEliminar
  6. Almazul, entonces... ¿el trabajo no determina el valor? Gracias.

    ResponderEliminar
  7. El trabajo úti sí, el inútil no.

    ResponderEliminar
  8. ¿Y quién determina qué es útil y qué no?

    ResponderEliminar
  9. Desde luego no lo determina subjetivamente el consumidor individual. Algo es útil si satisface una necesidad social, como por ejemplo los zapatos, las patatas o los smartphone.

    ResponderEliminar
  10. ¿Entonces podríamos decir que "la oferta es la respuesta de alguien a la necesidad de alguien más. El producto tiene valor porque el consumidor lo demanda, independientemente de su proceso de producción", tal como dije en el segundo párrafo?

    ResponderEliminar
  11. No, la demanda se da por supuesta, de lo contrario no se produciría, solo se producen cosas útiles, con valor de uso, nadie produce algo que sabe que nadie quiere y que no venderá.
    El valor se crea en la producción aunque se manifiesta en el intercambio, que es el único lugar en que se enfrentan las distintas mercancías producto de trabajos privados e independientes unos de otros.

    ResponderEliminar
  12. Podría listar un millón de productos sin valor (como libros sin lector de escritores que no ven el futuro) así como de intercambios en donde los costos de producción son absurdamente asimétricos. Pero, si no ves la contradicción en tus propias frases, temo que cualquier tiempo que te dedique no te hará comprender la naturaleza racional del mercado. Te invito, en cambio, a leer La acción humana, de Ludwig von Mises.

    ResponderEliminar

Acepto los términos de uso.