Para que no te falten temas de conversación popular en la mesa de año nuevo, aunque no los uses si la gente que te rodea está muy ocupada sacando fotos para compartir con gente que no está lo que no está compartiendo con gente que está, como si urgiera hacer un backup por si el año siguiente viniera sin superficies, para eso –digo–, Cibermitanios te trae ciencia una última vez más...

Los astronautas chinos controlarán las naves con la mente

Como lo sabe cualquiera que haya intentado usar WhatsApp con guantes de boxeo sobre un inodoro infinito, controlar cosas en el espacio no es fácil. Al menos hasta que los chinos implementen su sistema de telecomunicación cerebral que decodificará y transmitirá sus ondas cerebrales tanto a las máquinas en el espacio como a los humanos en la Tierra. Lo probarán directamente en órbita cuando construyan la estación espacial TianGong II en 2022.

Mirar a los ojos sobrecarga al cerebro

Todos tenemos la necesidad de apartar momentáneamente la mirada al hablar con alguien. Un experimento viene a explicar esto y a sumar conclusiones sobre el poder de la mirada: Resulta que el contacto visual literalmente interfiere en los procesos del habla, haciéndolos más lentos, pudiendo interrumpirlos totalmente si el discurso es complicado. Parece que ambos procesos –verbal y visual– compiten por los mismos recursos, y que "mirar mirar" los usa todos.

Los virus son feministas

Muchos virus causan más daño a los hombres que a las mujeres (entre 50 y 500% más). La razón no está es el sistema inmune –sugiere un estudio–, sino la de siempre: evolución. Un virus que mata a una hembra impide que se reproduzca y, por lo tanto, sobrevive menos; en cambio, el que mutó con alguna gentileza hacia la anatomía femenina se asegura un anfitrión extra. A la larga, el mejor virus será el que menos efectos tenga, y todos viviremos en paz.

Las vaginas se vuelven más estrechas

Por otro lado, la evolución deja entrever un futuro macabro para las mujeres: Parece que las cesáreas han tenido un protagonismo tal que cada vez más embarazadas las necesitan, lo cual fomenta la supervivencia y reproducción de mujeres con pelvis cada vez más pequeñas, hecho que a su vez complica más los partos y requiere más cesáreas, etc. Oremos, hermanos, para que la ciencia no nos abandone, o las futuras generaciones se verán en un gran aprieto.

Los hongos aprenden y enseñan

Científicos de Francia descubrieron que un moho unicelular (y, por lo tanto, sin cerebro) no sólo aprende conductas a través de la experiencia, sino que además puede transmitirlas a sus congéneres fusionándose con ellos durante un par de horas, bastando un sólo "sabio" para educar a todo el grupo. Dicen, además, que los mohos maestros no les ponen calificaciones a sus alumnos porque creen que la educación es promesa de éxito y no amenaza de fracaso.

Las decisiones cambian según el horario

Obviamente hay una relación entre el tiempo que llevamos despiertos y la calidad de las decisiones que tomamos, pero no es tan evidente cuál: Por la mañana, son más precisas pero más lentas, mientras que, por la noche, son menos precisas pero más rápidas –dice un estudio argentino sobre 40 millones de jugadas de 99 ajedrecistas–, y con esta estrategia se equilibra la eficacia. Tal vez sea por eso que la creatividad germine mejor bajo la luz de la Luna.

Avances hacia formas de vida basadas en silicio

De carbono son los cimientos del ADN y las proteínas, y sin él no es posible la vida como la conocemos... suponiendo que no conocemos lo que acaban de hacer en Caltech quienes parecen ser una científica malvada y su androide sensual: una enzima de bacteria capaz de incorporar silicio en lugar de carbono, un primer paso hacia inimaginables formas de vida logrado mediante selección artificial (selección natural que sobrevive a la mano del Hombre).

Hay agua en Ceres

Si fueras hielo en un planeta enano, ¿dónde te esconderías? Exacto: bajo las eternas sombras de sus cráteres polares, como las hasta ahora misteriosas manchas brillantes de Ceres, que manifestaron ser nada menos que agua congelada entre sus oscuras cicatrices. Esta es una genial noticia para los protagonistas de la inevitable colonización del Cinturón de asteroides, que serán los afortunados trabajadores de las minas del Nuevo Tercer Mundo.

La respiración influye asombrosamente en la memoria

Mediante una serie de experimentos con personas, los científicos descubrieron que la capacidad de recordar y reconocer objetos y rostros es más veloz cuando se está inhalando que cuando se exhala. Además, el efecto desaparece cuando se respira por la boca. La explicación involucra al hecho de que, al ingresar aire por la nariz, se activan neuronas de la amígdala, el hipocampo y otras zonas igualmente relacionadas con el olfato y con la memoria.

Los monos no hablan porque no quieren

Se pensaba hasta hace poco que los primates no humanos no hablan como nosotros por limitaciones físicas de las cuerdas vocales y otras partes. Pero un nuevo estudio con rayos X y modelos computacionales demostró que un cerebro humano conectado a una laringe de macaco podría pronunciar miles de palabras similares a las humanas. Ergo, el problema está en la mente. Los monos no han dicho nada al respecto. El que calla, otorga.

La creatividad combate al miedo a la muerte

Un estudio descubrió que las personas con mayores expectativas y logros creativos tienen una relación menos personal con la idea de la muerte, posiblemente ligada a cierta sensación de propósito y trascendencia, es decir, a una vida más plena. Que el arte sea nuestro sostén hasta que la ciencia nos salve literalmente de la muerte (y, cuando digo "ciencia", no me refiero a una entidad mística todopoderosa sino al estudio y trabajo organizado de la Humanidad).

Más avances de la ciencia