ayreonauta
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Varias cosas que nos enseñaron mal, al punto de que terminamos creyendo que las plantas transforman el CO2 en oxígeno, cuando en realidad no es así.

Esta es la segunda entrega sobre mitos y conceptos erróneos en el saber popular. En este caso, la categoría es "Biología", dentro de la cual no entra el color del agua. En cambio, tendrá en cuenta varias cosas que nos enseñaron en la escuela de una manera sumamente simplificada, al punto en que terminamos creyendo que las plantas transforman el CO
2 en Oxígeno, cuando en realidad no es exactamente así...
Los koalas
Los Koalas no son osos (mucho menos monos), ni siquiera son mamíferos placentarios, son marsupiales, razón por la cual están mucho más cerca de los canguros que de los osos. También son los únicos mamíferos que sólo comen hojas y no beben agua ("koala" significa "ninguna bebida"). Poseen pulgares opuestos, dos hacia un lado y tres hacia el otro. Y tampoco son tan tiernos como parecen: emiten un ruido espantoso, aunque no son peligrosos para el hombre.
Los murciélagos
Los murciélagos no son ciegos. A pesar de que pueden ver a través de su radar de ultrasonido, también poseen ojos funcionales, que, aunque son pobres, les permiten ver lo suficiente como para cazar y volar guiados por la vista. Aunque demasiada luz los puede desorientar momentáneamente. Por otro lado, hay unas mil especies de murciélagos, de las cuales sólo un 1% se alimenta de sangre (generalmente de aves). La dieta del resto va desde insectos hasta frutas, pasando por peces y flores (se alimentan del néctar).
El eco de los patos
La idea de que el "cuac" de un pato no produce eco es ridícula. Lo que ocurre es que el oído humano no puede oír el eco en determinadas circunstancias, pero todos los sonidos lo producen, incluso los de frecuencias no audibles para nosotros. En el caso de los patos, su graznido tiene propiedades acústicas muy similares a la de su eco, por lo que ambos sonidos se superponen, dificultando su apreciación. Escucha el eco del pato:
Chale, entonces fue un fake esa escena de los lemmings? Todo lo de Disney siempre tiene un lado oscuro.
ResponderEliminarTambién a mi me encantan tus fotos!
Hola. Coincido con Anónimo, las fotos son bellísimas y muy logradas. Lo mismo que los artículos. Gracias. Por otro lado, no podía creer lo que contás de White Wilderness, estuve averiguando y si, totalmente cierto. Y además el documental ganó un Oscar!! No lo creía no por vos, sino porque me niego a aceptar tanta maldad. Pero claro, tratándose de Disney, no debería extrañarme nada. Saludos.
ResponderEliminarNo! los conocimientos de la educación de mi infancia destrozada y mis profesores han quedado como viles charlatanes!...
ResponderEliminarjajaja bueno, asi es la vida y una vez mas te felicito por tu blog.
Gracias a los dos. Fabi, estuve mirando tu blog y me pareció muy interesante; bienvenida. Los invito a ambos a que se re-inviten a sumarse a las caras de Internet.
ResponderEliminarA veces la gentes se deja llevar por la paranoia y el sensacionalismo (además del amarillismo) y por eso surgen la mayoría si no todos estos mitos, no estudian (o analizan) bien lo que se supone que es verídico y resultan regando la ignorancia como un enema por todo el mundo.
ResponderEliminarmmmm... ¿a los animales les llega la menstruación?, o eso es un "fenómeno" exclusivo en personas (mujeres)?.
Sí, Freemancher, los animales, en general, menstrúan. ¿O qué creías que son los huevos de gallina? ;)
ResponderEliminarbueno, eso de los huevos si sabía, pero no he visto a una perra en "sus días"
ResponderEliminarEn un sentido estricto, las perras no menstrúan ("menstruación" hace referencia a la cualidad mensual del estro humano), pero en un sentido amplio (biológico y rítmico) se podría decir que sí, sin faltar a la esencia del proceso. Pero no es un tema que me apasione demasiado... Que Google te bendiga.
ResponderEliminarporqué no haces uno de mitos de Disney o cosas por el estilo?? :D
ResponderEliminarche, saves de donde salio el mito de los patos, me intriga mucho saber su origen.
ResponderEliminarGracias, muy bueno el aporte =D
No, realmente no lo sé, pero imagino que tuvo sus razones. Pudo haberse debido al entorno de la observación, por ejemplo: una laguna con mucho pasto. La onda sonora, en ese caso, sería absorbida como una onda luminosa en un entorno negro. Visto así, es fácil pensar que el eco es una propiedad del entorno: no decimos que la luz tiene poco "eco" en una habitación pintada de negro, ya que es la misma luz que sí se refleja en una habitación blanca.
ResponderEliminarPero el eco tampoco depende únicamente de las superficies en las que se refleja, sino también y de una forma muy especial de las cualidades de la onda sonora. Como cualquier tipo de onda, el sonido puede penetrar y rebotar de diferentes formas. Por ejemplo, las ondas de un horno de microondas pueden atravesar sin problemas los alimentos pero rebotan contra la rejilla que recubre el interior de la puerta (que para eso está); también el sonido de cada instrumento musical tiene más o menos eco que el de otros. En este último caso, también hay que tener en cuenta la resonancia del propio instrumento, por lo que se puede extrapolar que el sonido de un pato de diez metros tendría más eco aparente que el de uno normal.
Además, cada vez que un sonido es devuelto por una superficie, es también deformado; ciertas combinaciones de ondas y materiales pueden hacer que se pierda algo en el contacto y sean devueltas sólo las frecuencias que nosotros no podemos oír, o que sean demasiado deformadas como para que nosotros las interpretemos como réplicas de un mismo sonido, perdiéndose entre otras ondas del ambiente. Se ve también que una parte del fenómeno "eco" es cognitiva. Pero, como no estuve en el nacimiento del mito, como dije, realmente no sé cuál de todas estas cosas pudo haberlo engendrado.