5 cosas maravillosas acerca de tu cerebro
Aprender sobre el cerebro es lo más extraño que puede hacer un cerebro.
29/8/17
Aprender cosas sobre el cerebro es una de las cosas más maravillosas que se pueden hacer con un cerebro. Dejando de lado los implantes extraterrestres, las neuronas nadando en alcohol y otras sustancias peligrosas, etc., hay 5 aspectos muy básicos y asombrosos de tu cerebro que probablemente no conozcas, casi todos ellos ocurriendo en este mismo instante...
Tenemos, básicamente, dos tipos de memoria: la de largo plazo y la de corto plazo. La de largo plazo, que contiene todos nuestros recuerdos (aunque no los estemos recordando), es como el disco rígido de nuestro cerebro. La memoria de corto plazo, en cambio, es como una memoria RAM, que contiene solamente lo que estamos utilizando en ese instante y permite acceder a ello muy rápidamente.
Esta memoria volátil es capaz de albergar entre 5 y 9 items al mismo tiempo, durante un máximo de 10 segundos. Al ingresar nuevos elementos, los otros se van agrupando de a siete (aproximadamente). Por eso, por ejemplo, recordamos los números de teléfono juntando varios números y armando cifras más fáciles de recordar.
Hace tiempo escribí un artículo llamado Variaciones sobre una visión de 7Hz, que cito como parte inseparable de estos párrafos. Allí explicaba que la vista puede "escanear" 7 cosas al mismo tiempo, pasando muy rápidamente de una a la otra y creando la ilusión de verlas todas juntas.
En resumen: el cerebro se especializa en 7 cosas al mismo tiempo. ¿Será por eso que dividimos la semana en 7 días, que vemos 7 colores en el arcoiris, o que sólo hay 7 pecados capitales?
Antes de quedarnos dormidos, el cerebro se encarga de "cerrar" la memoria a largo plazo. Y esa es también la razón por la cual los sueños se desvanecen tan rápidamente de la memoria al despertarnos, porque no quedan registrados en la memoria a largo plazo.
Por eso es que la única solución para recordar los sueños es recurrir a la memoria de corto plazo inmediatamente luego de despertarnos, e intentar reunir los fragmentos lo más rápidamente posible.
Como se puede deducir, ya que a veces soñamos con cosas que realmente nos sucedieron, la mente puede acceder a la memoria durante el sueño, pero no puede importar nuevos recuerdos. Esto tiene una razón de ser: es el único momento en que el cerebro descansa de almacenar nuevos datos y se dedica exclusivamente a clasificarlos.
En resumen: decir que la memoria desaparece durante el sueño es lo mismo que decir que el sueño desaparece durante la memoria, pero lo que hace el cerebro en cada uno de esos estados es de vital importancia. Nos volveríamos (más) locos sin dormir, además de que el cuerpo no podría recuperar energías.
Nuestra sensación de identidad, el "quién soy" que tenemos presente está basado en nuestros recuerdos. Es comprensible que recordemos con énfasis algunas cosas y otras directamente las dejemos pasar, ya que afectan lo que más preciamos. Pero la memoria puede comprometer nuestra visión de la realidad mucho más que eso, creando falsos recuerdos...
El cerebro suele recordar cosas que nunca pasaron. Un ejemplo real y contundente es que cuando se comenzó a implementar el análisis de ADN como prueba en los juicios, resultó que casi un 80% de los recuerdos de los testigos eran erróneos a la hora de identificar al culpable.
No se sabe bien de dónde provienen estos falsos recuerdos. Puede ser de la simple fantasía y autosugestión, de mezcla entre sueños y recuerdos reales, de traumas, de un intento del cerebro por rellenar lagunas y hasta de una mala práctica de la hipnosis.
En resumen: ¿estamos seguros de quienes somos o fuimos? ¿Podemos confiar en nosotros mismos? Estas preguntas son razones para analizar nuestras creencias, especialmente las que derivan en consecuencias importantes, aunque quizá nunca lo sepamos del todo.
Por ejemplo, si le pregunto a los lectores qué es lo que me gusta más:
En resumen: ciertas capacidades del cerebro requieren de mucho más esfuerzo del que creemos y sencillamente las usamos mal, a pesar de que son herramientas fabulosas. A veces, lo que creemos "instinto", simplemente es ausencia de inteligencia.
Bueno, eso lo sabe casi todo el mundo. Pero esta es la razón específica de por qué a veces tardamos en responder a una pregunta cuando estamos entretenidos (ej: escribiendo en la PC)...
Hay una tercera forma de memoria, llamada memoria sensorial, que funciona en segundo plano reteniendo estímulos captados por los sentidos pero sin "procesarlos", sin interpretarlos. Por eso es que 5 o 10 segundos después de que nos hablaron podemos dar vuelta la cabeza con cara de idiota, como si hubiésemos bajado de un OVNI.
Esta memoria está allí para permitir al cerebro terminar lo que estaba haciendo sin perder la información de la memoria de corto plazo, dándole tiempo para almacenar los resultados "relevantes" para la memoria de largo plazo.
La memoria sensorial es un recurso asombroso: puede almacenar grandes cantidades de información en estado puro, como una imagen o una frase, que todavía no han cobrado sentido para nosotros (y por eso no podemos responder hasta terminar lo que estábamos haciendo).
Se cree que puede guardar hasta 9 estímulos separados durante un cuarto de segundo, lo cual permite también retener los fragmentos de un estímulo hasta que esté lo suficientemente completo como para adquirir significado (prueba de ello es que no pensamos en cada letra de una palabra que nos dicen; recién cuando la palabra está completa la incorporamos a la memoria de corto plazo).
En resumen: es asombroso pensar en la cantidad de cosas que se nos pueden estar escapando a cada segundo. Por ejemplo, tal vez, sea la falta de ejercitación de esta última memoria la responsable por la cantidad de errores ortográficos al escribir. ¿Qué les parece esa idea?
Los resúmenes en resumen: Blanca Nieves hubiese perdido a los enanitos si hubiesen sido más de siete. Cuando te despiertes mañana, tendrás 10 segundos para recordar dos horas de sueños. Mañana podrás creer que esto te lo contó Blanca Nieves. Hay pocas probabilidades de calcular bien una probabilidad. El 90% de lo que acabas de leer puede haber sido descartado por tu memoria sensorial.
1 Sólo podemos recordar 7 cosas al mismo tiempo
Tenemos, básicamente, dos tipos de memoria: la de largo plazo y la de corto plazo. La de largo plazo, que contiene todos nuestros recuerdos (aunque no los estemos recordando), es como el disco rígido de nuestro cerebro. La memoria de corto plazo, en cambio, es como una memoria RAM, que contiene solamente lo que estamos utilizando en ese instante y permite acceder a ello muy rápidamente.
Esta memoria volátil es capaz de albergar entre 5 y 9 items al mismo tiempo, durante un máximo de 10 segundos. Al ingresar nuevos elementos, los otros se van agrupando de a siete (aproximadamente). Por eso, por ejemplo, recordamos los números de teléfono juntando varios números y armando cifras más fáciles de recordar.
Hace tiempo escribí un artículo llamado Variaciones sobre una visión de 7Hz, que cito como parte inseparable de estos párrafos. Allí explicaba que la vista puede "escanear" 7 cosas al mismo tiempo, pasando muy rápidamente de una a la otra y creando la ilusión de verlas todas juntas.
En resumen: el cerebro se especializa en 7 cosas al mismo tiempo. ¿Será por eso que dividimos la semana en 7 días, que vemos 7 colores en el arcoiris, o que sólo hay 7 pecados capitales?
2 La memoria desaparece durante el sueño
Antes de quedarnos dormidos, el cerebro se encarga de "cerrar" la memoria a largo plazo. Y esa es también la razón por la cual los sueños se desvanecen tan rápidamente de la memoria al despertarnos, porque no quedan registrados en la memoria a largo plazo.
Por eso es que la única solución para recordar los sueños es recurrir a la memoria de corto plazo inmediatamente luego de despertarnos, e intentar reunir los fragmentos lo más rápidamente posible.
Como se puede deducir, ya que a veces soñamos con cosas que realmente nos sucedieron, la mente puede acceder a la memoria durante el sueño, pero no puede importar nuevos recuerdos. Esto tiene una razón de ser: es el único momento en que el cerebro descansa de almacenar nuevos datos y se dedica exclusivamente a clasificarlos.
En resumen: decir que la memoria desaparece durante el sueño es lo mismo que decir que el sueño desaparece durante la memoria, pero lo que hace el cerebro en cada uno de esos estados es de vital importancia. Nos volveríamos (más) locos sin dormir, además de que el cuerpo no podría recuperar energías.
3 La memoria es muy poco confiable
Nuestra sensación de identidad, el "quién soy" que tenemos presente está basado en nuestros recuerdos. Es comprensible que recordemos con énfasis algunas cosas y otras directamente las dejemos pasar, ya que afectan lo que más preciamos. Pero la memoria puede comprometer nuestra visión de la realidad mucho más que eso, creando falsos recuerdos...
El cerebro suele recordar cosas que nunca pasaron. Un ejemplo real y contundente es que cuando se comenzó a implementar el análisis de ADN como prueba en los juicios, resultó que casi un 80% de los recuerdos de los testigos eran erróneos a la hora de identificar al culpable.
No se sabe bien de dónde provienen estos falsos recuerdos. Puede ser de la simple fantasía y autosugestión, de mezcla entre sueños y recuerdos reales, de traumas, de un intento del cerebro por rellenar lagunas y hasta de una mala práctica de la hipnosis.
En resumen: ¿estamos seguros de quienes somos o fuimos? ¿Podemos confiar en nosotros mismos? Estas preguntas son razones para analizar nuestras creencias, especialmente las que derivan en consecuencias importantes, aunque quizá nunca lo sepamos del todo.
4 El cerebro es muy malo para calcular probabilidades
Por ejemplo, si le pregunto a los lectores qué es lo que me gusta más:
- Escribir en este blog,
- Leer libros,
- Leer libros y luego escribir en este blog,
- Correr desnudo por la playa,
- Cultivar hongos alucinógenos,
- Cultivar hongos desnudo en la playa.
En resumen: ciertas capacidades del cerebro requieren de mucho más esfuerzo del que creemos y sencillamente las usamos mal, a pesar de que son herramientas fabulosas. A veces, lo que creemos "instinto", simplemente es ausencia de inteligencia.
5 El cerebro se puede "colgar"
Bueno, eso lo sabe casi todo el mundo. Pero esta es la razón específica de por qué a veces tardamos en responder a una pregunta cuando estamos entretenidos (ej: escribiendo en la PC)...
Hay una tercera forma de memoria, llamada memoria sensorial, que funciona en segundo plano reteniendo estímulos captados por los sentidos pero sin "procesarlos", sin interpretarlos. Por eso es que 5 o 10 segundos después de que nos hablaron podemos dar vuelta la cabeza con cara de idiota, como si hubiésemos bajado de un OVNI.
Esta memoria está allí para permitir al cerebro terminar lo que estaba haciendo sin perder la información de la memoria de corto plazo, dándole tiempo para almacenar los resultados "relevantes" para la memoria de largo plazo.
La memoria sensorial es un recurso asombroso: puede almacenar grandes cantidades de información en estado puro, como una imagen o una frase, que todavía no han cobrado sentido para nosotros (y por eso no podemos responder hasta terminar lo que estábamos haciendo).
Se cree que puede guardar hasta 9 estímulos separados durante un cuarto de segundo, lo cual permite también retener los fragmentos de un estímulo hasta que esté lo suficientemente completo como para adquirir significado (prueba de ello es que no pensamos en cada letra de una palabra que nos dicen; recién cuando la palabra está completa la incorporamos a la memoria de corto plazo).
En resumen: es asombroso pensar en la cantidad de cosas que se nos pueden estar escapando a cada segundo. Por ejemplo, tal vez, sea la falta de ejercitación de esta última memoria la responsable por la cantidad de errores ortográficos al escribir. ¿Qué les parece esa idea?
Los resúmenes en resumen: Blanca Nieves hubiese perdido a los enanitos si hubiesen sido más de siete. Cuando te despiertes mañana, tendrás 10 segundos para recordar dos horas de sueños. Mañana podrás creer que esto te lo contó Blanca Nieves. Hay pocas probabilidades de calcular bien una probabilidad. El 90% de lo que acabas de leer puede haber sido descartado por tu memoria sensorial.