La "afterimage" es una ilusión óptica que es una de las pocas que realmente ocurren en los ojos y no en el cerebro... o al menos más cerca de aquellos que de éste. Consiste en la superposición de dos imágenes sobre la memoria de la retina, que está lejos de parecerse a una ventana y es más bien como una pizarra mágica donde dibujan los rayos de luz.
Aunque no lo pensemos, supongo que todos tenemos cierta sensación de "transparencia" del proceso visual: confiamos en la vista como si realmente fuera algo que deja-entrar una porción del mundo en la cabeza. Las siguientes imágenes mostrarán que esto no es así y que detrás de la visión hay una doble interpretación (las imágenes no tiene nada de especial, fueron elegidas al azar).



La explicación es que la retina "se fatiga" de procesar los mismo colores. Normalmente, evita esta fatiga con las sacadas — movimientos minúsculos y repentinos del ojo que trasladan la imagen a una parte fresca de la retina—. Pero como en este caso el ojo no se mueve, los colores de la segunda imagen se superponen con la luminosidad de la primera que aún está en la retina, dando como resultado los colores originales.


Para probar qué tan lejos llega esta ilusión, experimenté también con imágenes en movimiento. El efecto aún persiste (si se logran dejar quietos los ojos), y parece que la retina puede fatigarse con más de un color a la vez (lo cual no sería raro porque tenemos tres tipos de receptores, y cada uno se fatiga del color que es capaz de detectar). En cuanto al movimiento, tal vez incluso el cerebro se fatiga con la repetición. Quién sabe...


De hecho, en este caso, si luego de ver "la tercera imagen" desplazas la vista rápidamemte hacia cuyalquier otro lugar, experimentarás además un "aftermovement", es decir, una distorsión en el espacio visual, en las formas además de en los colores. Esto ya no ocurre en los ojos sino en el cerebro. Aunque, ¿quién puede decir dónde empieza y dónde termina cada cosa?