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Inventos y descubrimientos científicos de 2019 (9)

Otra forma de mirar lo viejo.
Dicen que no hay nada nuevo bajo el Sol, pero eso no significa que todo siga igual. Las novedades generalmente se componen de cosas viejas en distinto orden; lo nuevo es otra forma de mirar lo viejo. Quizá hasta sea el secreto de la eterna juventud, el antídoto del aburrimiento, la rutina, la costumbre y la mediocridad. Aquí te dejo un ramo de cosas viejas...



Nueva etapa del cambio climático: El recalentamiento global


Felicitaciones por el gran trabajo en equipo: El 10% del planeta ya superó el límite de 2 ºC por encima de la era preindustrial. El 40% alcanzó los 1,5 ºC y el 100%, 1 ºC. Tanto es así que algunos peces tropicales están migrando a aguas polares. Se espera un aumento de 7 ºC para 2100, lo cual implica que el mar suba 1 metro por el deshielo polar. Esto demuestra nuestra superioridad frente a otros primates, que ni siquiera pueden hacer un simple fueguito.


Los agujeros negros no tienen pelo


Einstein imaginó que los agujeros negros no tenían "pelo": sólo debían tener tres características: masa, carga eléctrica y espín; todo lo demás sería engullido por el propio agujero, quedándose "pelado". Cada uno tendría una "firma" gravitacional única, informando esas características pero siendo idéntico en todo lo demás. Y así se comprobó recientemente. Lo interesante es que Einstein nunca creyó que los ajugeros negros existieran de verdad.


Problemas del corazón vegano


Un seguimiento de 18 años sobre la dieta y salud de los veganos y vegetarianos descubrió que éstos, en comparación con los que comen carne, tienen un 20% más de probabilidades de sufrir ataques cardíacos. La razón sería la vitamina B12 que, aunque sólo la producen las bacterias, se encuentra en los productos animales. Para complicarlo, cuando los veganos mueren, perjudican a muchos animales que comen sus restos y también padecen deficiencia de B12.


Las ardillas son bilingües


Las ardillas tienen muchos depredadores, varios compartidos con las aves. Y un estudio encontró que prestan atención al canto de los pájaros para saber si hay una amenaza cercana o si el peligro ya pasó. Aún no se sabe hasta qué punto pueden descifrar los mensajes, pero se sabe que las aves tienen diferentes alarmas para distintos tipos de depredador (por ejemplo, aéreos y terrestres). Los monos también lo saben. El trinar es el inglés del mundo de los animales.


Una fuente de alcohol bien casera


Descubrieron una bacteria en el sistema digestivo humano que puede producir enormes cantidades de alcohol, al punto de no sólo emborrachar sino también dañar el hígado como el exceso de alcohol tradicional. Aunque pocas personas tienen esta extraña variedad de Klebsiella pneumoniae en sus intestinos, vale la pena preguntarse si uno no habrá estado ebrio toda su vida sin enterarse. He aquí una excusa para el próximo control de alcoholemia.


Lavarse los dientes no es tan bueno para la salud


Los científicos descubrieron que usar enjuague bucal debilita los efectos del ejercicio físico. Este bizarro fenómeno se argumenta así: El ejercicio genera óxido nítrico, que relaja los vasos sanguíneos y baja la presión arterial; luego se crean nitratos como subproducto; las bacterias de la boca se elimentan de él y producen nitritos que tragamos y volvemos a transformar en óxido nítrico, extendiendo un poco más los efectos benéficos del ejercicio.


Las anguilas eléctricas tienen más potencia de lo pensado


Hay tres especies de anguilas elétricas (no sólo una como se pensaba), todas en Brasil. Se halló además que una de ellas (E. voltai) es capaz de generar descargas de 860 Volts y 1 Amper de corriente alterna (500 Hz), suficiente para encender varias lámparas o para causar fibrilación ventricular (que, a veces, precede a la muerte inminente). Cuando se nos ocurra fabricar gigantezcas centrales de energía anguílica, habrán cavado su propia tumba.


Jugaremos al billar cósmico


Es inevitable que un asteroide colisione con la Tierra en algún momento. Para prepararnos, la NASA y la ESA crearon el proyecto AIDA, que consiste en hacer chocar una nave contra un asteroide y ver si es posible desviar su trayectoria. El primer disparo será contra el asteroide 65803 Didymos en julio de 2021. Este objeto no presenta ningún riesgo para nuestro planeta, al menos hasta que lo golpéemos sin saber exactamente qué estamos haciendo...

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