El sabor del agua
Tanto el oxígeno como el hidrógeno que conforman el agua deben saber bastante raros en la boca...
4/8/12
Nuestra percepción del universo no sólo puede ser errónea, como vimos en este blog muchas veces, sino que es también increíblemente egoísta, en algún extraño sentido: deja fuera de nuestro conocimiento una enorme cantidad de posibles interpretaciones del universo, tanto o más certeras que aquellas que menos ponemos en tela de juicio, como la idea de que el agua es incolora, inodora e insípida...
El agua es insípida. Lo sabemos todos. Al menos todos los seres humanos. Porque no es como si hubiera una ley de la física que obligue a cierta combinación de átomos a carecer de una propiedad que casi todo lo demás tiene. Y porque tanto el oxígeno como el hidrógeno deben saber bastante raros en la boca. Y es que, obviamente, el agua es esencial para nosotros. Cualquier sabor innecesario que le detectemos, así como una fragancia extra o un color imprevisto, nos desatará una duda acerca de su potabilidad. El sabor a nada nos dice: "esto es bueno" (aunque estoy seguro de que el agua no tiene el mismo sabor que la nada, o que el aire o la saliva que constantemente saboreamos y tampoco distinguimos).
Para nosotros, "agua" es el sabor estándar de la naturaleza, del universo entero. Así de subjetivos somos. Nunca sabremos –si por torpeza llegamos a preguntarlo– cuál es el verdadero sabor del agua, entendiendo como verdadera cualquier cosa que no sea nada. La verdad, justamente, es que el agua es insípida en la misma medida en que lo es el resto de las cosas. Nada tiene un sabor verdadero; el agua sólo tiene una composición química que en la más refinada teoría universal consensuada por todas las civilizaciones inteligentes del universo, y hasta quizás incluyéndonos a nosotros, tendría sabor a dos partes de hidrógeno y una de oxígeno, combinación que para nuestro paladar es la nada misma, la sabrosa nada líquida. Pero poco imaginamos de la sensación de sabor del agua en la mente de un perro, o de una hormiga, o de un ser de otra galaxia.
Y también el aire más puro que podamos imaginar, incluso despojado de toda fragancia que notifique de un bosque o de un mar o de un caballo que acaba de pasar, es olor a aire sólo para nosotros en esta insignificante porción de la realidad. El aire puro de Venus indudablemente nos parecería desagradable (y luego nos aniquilaría), porque no existe el aire puro. Sólo en esta mezcla perfecta de nitrógeno (78%) y oxígeno (21%), sin partículas extrañas y gracias también a nuestra pobre capacidad olfativa, encontramos la inodoridad, pese a que tal cosa no existe salvo en el vacío (e, incluso allí, tendríamos una pequeña posibilidad de oler el olor de nuestra propia nariz).
Otro tanto pasa con el color, aunque es un caso aparte ya que corresponde con una escala natural: lo frío es negro; la materia es negra cuando no emana ni refleja energía. Y la energía, en su máxima expresión, es blanca, mucho más blanca que eso que llamamos blanco, mucho más allá del brillo que produce ceguera. Sin embargo, nuestros ojos han evolucionado para percibir como incoloro no lo negro, que es lo que realmente no tiene color, sino lo que llamamos transparente, que es una propiedad bien distinta y que nuevamente depende de la naturaleza de nuestros sentidos tan particulares bajo un firmamento de infinitas estrellas. Pero así como el cristal más fino, el aire tiene un color y mucho más lo tiene el agua. Es en ambos casos un color sutil a nuestra existencia: no necesitamos verlo, y, lo que es más, necesitamos no verlo. Una vista tan aguda que permita ver el aire sería un despropósito. Sin embargo, bien podemos ver el "aire" de otros planetas cuyas atmósferas son más densas, y bien que podría un extraterrestre forjado por el mismo golpe que su cuna ver en nuestra atmósfera un caótico y surrealista mar jupiteriano. Para nosotros y sólo para nosotros, este y sólo este aire es transparente, incoloro. ¿Un poco subjetivo, no?
Ni pensemos cuando se trata de otras apreciaciones propias de la especie, con no sólo límites biológicos sino también impurezas culturales, como la belleza, la bondad y la inteligencia, tan elevadas para nosotros que alegremente las proclamamos Virtudes, título que ni al agua le damos, ni al aire ni a la temperatura "ideal".
Quizá lo más importante para nuestra existencia nos resulte imperceptible, con sensación de nada, como prácticamente lo son el aire y el agua, a pesar de ser vitales. Quizá algo cuya trascendencia dictamine por completo nuestra cualidad de existir lo impregne todo. ¿Por qué descartarlo tan pronto, si acabamos de aparecer en el cosmos y no sabemos nada del agua, que nos mantiene aparecidos? Si algo así de absoluto y esencial existe y te apetece divinizarlo, me parece sensato; pero no lo describas, porque acabas de admitir que lo ignoras por completo.
Y si, en un plano más modesto y propio de quien sabe que ignora, alguien te desvirtúa llamándote "fea", malo" o "idiota ", ¿qué valor verdadero u objetivo podrías darle esa opinión, cuando su emisor apenas sabe qué sabor tiene el agua o qué tan bella es, o cómo huele un planeta hermoso, y si ni siquiera puede percibirse a sí mismo? No sabemos nada, y eso es maravilloso. Miro mi alrededor, huelo, toco, ¡pienso! y todo es único y de una manera única. No puede haber algo más maravilloso en el universo que algo que es doblemente único.
El agua es insípida. Lo sabemos todos. Al menos todos los seres humanos. Porque no es como si hubiera una ley de la física que obligue a cierta combinación de átomos a carecer de una propiedad que casi todo lo demás tiene. Y porque tanto el oxígeno como el hidrógeno deben saber bastante raros en la boca. Y es que, obviamente, el agua es esencial para nosotros. Cualquier sabor innecesario que le detectemos, así como una fragancia extra o un color imprevisto, nos desatará una duda acerca de su potabilidad. El sabor a nada nos dice: "esto es bueno" (aunque estoy seguro de que el agua no tiene el mismo sabor que la nada, o que el aire o la saliva que constantemente saboreamos y tampoco distinguimos).
Para nosotros, "agua" es el sabor estándar de la naturaleza, del universo entero. Así de subjetivos somos. Nunca sabremos –si por torpeza llegamos a preguntarlo– cuál es el verdadero sabor del agua, entendiendo como verdadera cualquier cosa que no sea nada. La verdad, justamente, es que el agua es insípida en la misma medida en que lo es el resto de las cosas. Nada tiene un sabor verdadero; el agua sólo tiene una composición química que en la más refinada teoría universal consensuada por todas las civilizaciones inteligentes del universo, y hasta quizás incluyéndonos a nosotros, tendría sabor a dos partes de hidrógeno y una de oxígeno, combinación que para nuestro paladar es la nada misma, la sabrosa nada líquida. Pero poco imaginamos de la sensación de sabor del agua en la mente de un perro, o de una hormiga, o de un ser de otra galaxia.
Y también el aire más puro que podamos imaginar, incluso despojado de toda fragancia que notifique de un bosque o de un mar o de un caballo que acaba de pasar, es olor a aire sólo para nosotros en esta insignificante porción de la realidad. El aire puro de Venus indudablemente nos parecería desagradable (y luego nos aniquilaría), porque no existe el aire puro. Sólo en esta mezcla perfecta de nitrógeno (78%) y oxígeno (21%), sin partículas extrañas y gracias también a nuestra pobre capacidad olfativa, encontramos la inodoridad, pese a que tal cosa no existe salvo en el vacío (e, incluso allí, tendríamos una pequeña posibilidad de oler el olor de nuestra propia nariz).
Otro tanto pasa con el color, aunque es un caso aparte ya que corresponde con una escala natural: lo frío es negro; la materia es negra cuando no emana ni refleja energía. Y la energía, en su máxima expresión, es blanca, mucho más blanca que eso que llamamos blanco, mucho más allá del brillo que produce ceguera. Sin embargo, nuestros ojos han evolucionado para percibir como incoloro no lo negro, que es lo que realmente no tiene color, sino lo que llamamos transparente, que es una propiedad bien distinta y que nuevamente depende de la naturaleza de nuestros sentidos tan particulares bajo un firmamento de infinitas estrellas. Pero así como el cristal más fino, el aire tiene un color y mucho más lo tiene el agua. Es en ambos casos un color sutil a nuestra existencia: no necesitamos verlo, y, lo que es más, necesitamos no verlo. Una vista tan aguda que permita ver el aire sería un despropósito. Sin embargo, bien podemos ver el "aire" de otros planetas cuyas atmósferas son más densas, y bien que podría un extraterrestre forjado por el mismo golpe que su cuna ver en nuestra atmósfera un caótico y surrealista mar jupiteriano. Para nosotros y sólo para nosotros, este y sólo este aire es transparente, incoloro. ¿Un poco subjetivo, no?
Ni pensemos cuando se trata de otras apreciaciones propias de la especie, con no sólo límites biológicos sino también impurezas culturales, como la belleza, la bondad y la inteligencia, tan elevadas para nosotros que alegremente las proclamamos Virtudes, título que ni al agua le damos, ni al aire ni a la temperatura "ideal".
Quizá lo más importante para nuestra existencia nos resulte imperceptible, con sensación de nada, como prácticamente lo son el aire y el agua, a pesar de ser vitales. Quizá algo cuya trascendencia dictamine por completo nuestra cualidad de existir lo impregne todo. ¿Por qué descartarlo tan pronto, si acabamos de aparecer en el cosmos y no sabemos nada del agua, que nos mantiene aparecidos? Si algo así de absoluto y esencial existe y te apetece divinizarlo, me parece sensato; pero no lo describas, porque acabas de admitir que lo ignoras por completo.
Y si, en un plano más modesto y propio de quien sabe que ignora, alguien te desvirtúa llamándote "fea", malo" o "idiota ", ¿qué valor verdadero u objetivo podrías darle esa opinión, cuando su emisor apenas sabe qué sabor tiene el agua o qué tan bella es, o cómo huele un planeta hermoso, y si ni siquiera puede percibirse a sí mismo? No sabemos nada, y eso es maravilloso. Miro mi alrededor, huelo, toco, ¡pienso! y todo es único y de una manera única. No puede haber algo más maravilloso en el universo que algo que es doblemente único.
:)
ResponderEliminarQué chabon capo.
ResponderEliminar¿de donde sacas tantas ideas y temas tan interesantes? yo no me había puesto a pensar en eso. siempre es un placer leer tu blog.
ResponderEliminarEl agua sí que sabe, sabe a los minerales que lleve.
ResponderEliminarPrueba a saborear distintas marcas de agua, como sabrás diferenciarlas.
PD: Está claro que el H2O, no sabe a nada.
Pero tu no bebes H2O, bebes agua (con minerales)
Si bebieras H2O (agua destilada) podrías morir.
Explicación: Morirías porque al haber tanto "líquido", en sangre, las células chuparían todo el agua, para igualar la concentración de "sales" en la sangre y las células. Y al final las células "explotarían" llenas de agua.
Es el proceso inverso, a porque no podemos beber agua del mar. Porque al tener tanta "sal" las células se secan, intentando igualar la concentración en sangre =D
Porque lo que entiendes por AGUA, no es "agua destilada(H2O)" ni "agua del mar".
Si no, el agua "normal" es la potable. Con minerales. ¡Y sí que sabe!
@Andrea, lo que me disparó estos pensamientos fue la visión de polvo flotando en el aire, a trasluz. Después, no sé qué pasó. Creo que tenía mucha sed y no me daba cuenta.
ResponderEliminar@Predatorzgz, gracias por tanta erudición constructiva, pero no trataba sobre eso mi idea. Así y todo, probablemente podríamos concordar en que es lo más insípido, inodoro e incoloro de cuanto consumimos.
Que lindo y filosofico articulo. Vivimos en un mundo con un millar de cosas por conocer y descubrir y aveces ni si quiera tenemos tiempo para pensar sobre eso.
ResponderEliminarMi papá cuando mira esas particulas de polvo en el aire se acuerda de la pelicula de Horton y dice que ahi estan las personitas del mundo de los Quien. A mi me imnotisa por momentos el polvo a trasluz, parece magico
El sabor y el valor que se le de siempre dependera del paladar y a la consiencia de quien se lo cuestiona... Siempre es un placer leert
ResponderEliminarNo creo que sea algo egoísta el no ver el aire o no poder saborear el agua, simplemente es parte de la evolución; Porque ver el aire sería algo que nos perjudicaría, al igual que saborear el agua, si la saboreáramos nos costaría más distinguir entre agua potable y no potable. Y con el "no sabor" sabemos que es potable. Lo mismo digo del olor del aire, es algo que nos perjudicaría oler, porque sería un obstáculo para distinguir otros olores. y la misma historia con la ropa que llevamos puesta, si estuviéramos todo el rato sintiéndola sería algo tedioso.
ResponderEliminarConclusión: resulta mas práctico no oler, saborear, distinguir o percibir ciertas cosas.
Sí que sabemos algo (por lo menos yo sé algo)
ResponderEliminar------------------------------Sé que existo
-------------------------------------------Sé que no soy dios
Que buen post, tienes razón, y me encanto eso de que nada tiene sabor en realidad, es verdad, la evolución desarrollo el sabor, el olor,el color, la emociones, tal vez es un cualidad única y exclusivamente de la vida, como tu no tan intrínsecamente dices toda percepción del universo es relativa, pero es frustrante saber que tal vez lo mas importante, tal vez algo trascendental que esta en todo lugar del universo, se nos es imperceptible, espero que si existe tal cosa, las generaciones que vienen la descubran, o que la evolución lo haga por nosotros. la filosofía ya esta hecha.
ResponderEliminarSaludos
Yo, llevo agua en mis bolsillos...
ResponderEliminarAh si yo escribiera eso en algun foro, ya me estarían insultando. Ah y agrego que quizás se pudiera decir entonces, que el agua sabría insípida para la gusto humano. Saludos y gracias por habilitar los comentarios anónimos, que yo pienso que importa mas lo que se dice, que quién.
ResponderEliminar@ayreonauta ya sé que el tema iba por otro lado, que era una reflexión, pero quería dar una explicación objetiva xD
ResponderEliminarY bueno, aunque no lo diga, todos tus temas me parecen muy buenos, y te admiro.
Y es la razón por la que entro casi todos los días a ésta web.
@Glaciar Negro (+1) xD Es lo mismo que pensé yo.
Y cuidao con el Monóxido de Carbono (CO), que también es incoloro, inodoro e insípido. Y altamente tóxico. :)
Si, si la cuestión es filosofica...sin embargo, y para apoyar a Predatorgz, en el caso de que bebieramos dH2O, igualmente tendriamos una interpretación, si bien no sentiriamos un sabor perse (dulce,salado,acido,agrio y umami), se debe recordar que el sabor como experiencia derivada del cerebro se acompaña tambien de temperatura (jamás sera igual beber agua fria que caliente), textura (en este caso, como no hablamos de comida china, podemos simplemente remembrar como la diferencia de temperatura cambia la densidad y ese cambio es reconocido en el cerebro) y finalmente el movimiento (botella estatica o llave abierta...prefiero la llave).
ResponderEliminarEs curioso, esto mismo de que el aire es invisible porque nuestra vista está hecha para verlo así, y que necesitamos que lo sea se me ocurrió de pequeño, cuando no tenia ni idea ni de filosofía ni de nada. Se lo pregunte a mi padre, y no me dio ninguna respuesta. Tal vez los niños se den cuenta constantemente de estas cosas, al tener mas flexibilidad de pensamiento que la mayoría de adultos, aunque no sepan explicarlo ni sacar complejos razonamientos de ello. A mí ahora me cuesta pensar cualquier teoría por mi cuenta sin tener que recurrir a lo que otros han pensado por mí.
ResponderEliminarYo no lo veo curioso el aire, si viesemos simplemente lo que es el aire, sería como andar en una gran niebla de escasa visibilidad.
ResponderEliminarEl aire no lo vemos, vemos las partículas que están suspendidas en el aire.
Veo más curioso, cuando tienes la persiana bajada, que entre el sol por las ranuras, y se vean todas las particulas suspendidas reflejadas, y soplas.
O que el "calor" es invisible, pero puedes apreciar cómo deforma el aire con las ondas.
Me decían en el Instituto que no podemos ver el calor, y yo decía, pues yo lo veo. Veo cómo sale el calor de los radiadores.
Claro, es invisible, pero una fuente de calor al desprender gran cantidad, deforma el aire. Y ves ondas subiendo, y lo ves transparente.
De hecho, cómo mejor se ve, es si entra el sol, y se proyecte la sombra del radiador en la pared. Ahí si que ves la sombra del calor, más claramente.
Sí, me ponía en clase a "mirar" otra cosa que no fuera el profesor xD
Seguramente habrás visto, como sale el calor de un autobús un día soleado.
ResponderEliminarO en la carretera, cómo el calor deforma la carretera, haciendo un efecto óptico, de que la carretera ha desaparecido y se ha llenado de agua.
Los llamados espejismos.
Yo esque de pequeño creía que veias espejismos, sólo si ivas andando por el desierto y te daba el sol en la cabeza.
el agua sabe a agua :D y el aire huele a aire, de eso no hay duda :) pero pues el olor a pies parece imperceptible para quien lo trae en las patas pero no para sus receptores... esto es lo que querías expresar no astrunauta? XD
ResponderEliminarAlgo así, pero sobre las patas de Gaṇeśa.
ResponderEliminarPara mi el agua tiene el mejor sabor de todo, es mi mundo y mi universo y es genial, también es bueno enseñarle a otras personas con universos distintos que solo deben ser felices, no hacerle daño a nadie, eliminar todo rastro de egocentrismo y superar cada uno de sus miedos; y ya pueden hacer lo que quieran con sus vidas. Y claro decirles que es conveniente que lean mucho y que siempre tengan curiosidad (aunque deben prepararse mentalmente para enfrentarse a lo que lleguen a imaginar)
ResponderEliminarConoces el Dióxido de cloro, (El MMS) ¿y su "comercialización" por todo el mundo? ¿Cómo cientos de personas, se beben ese veneno, y encima dicen que funciona?
ResponderEliminarDe cierta manera, sí funciona, ya que es un potente oxidante para nuestro organismo.
Yo tengo un amigo que opina que es el mejor remedio para el cáncer, porque es barato, comparandolo con la "quimioterapia".
Yo opino que eso no les escusa para venderlo como un "remedio para todo". Tienes gripe, consumelo, tienes artritis, consumelo, tienes malaria o cáncer, consumelo también.
Predatorzgz, por favor, date un tiempo para pensar lo que vas a escribir. Es más fácil que escribir diez veces y borrar nueve. Gracias.
ResponderEliminarEsque cuando ya lo he enviado se me ocurren nuevas cosas. Y como no puedo hacer "EDIT"
ResponderEliminarPues tengo que poner un nuevo comentario...
Y minutos después, me viene a la cabeza otras cosas... y así. Llenaría de comentarios cortos toda una página xD
Por eso los borro, y los vuelvo a escribir todos juntos.
Lo siento si eso te causa trabajo, al no eliminarse automaticamente.
Bueno, prometo pensar más tiempo antes de darle a "Publicar"
Sorry