Cibermitanios

Urano orbitando la Tierra

Este opaco planeta suele pasar desapercibido aún cuando es visible a simple vista, pero bajo la atmósfera más gélida del Sistema Solar esconde algunos de los más grandes misterios.
Esta oda sideral encara su final pasando por el planeta de las rimas. Se lo bautizó entre legendarios y lógicos espejismos con el nombre de Urano, padre de Saturno y abuelo de Júpiter. Ese opaco planeta suele pasar desapercibido aún cuando es visible a simple vista, pero bajo la atmósfera más gélida del Sistema Solar esconde algunos de los más grandes misterios. Por supuesto: son misterios y no los voy a nombrar...


Holst, Los planetas, Urano, el mago.


Urano en lugar de la Luna

Su nombre significa "cielo", y ciertamente todo Urano parece un cielo al revés, un cielo vertido en una solitaria esfera que, flotando sobre la Tierra, crearía la ilusión de que a la noche le hubiera quedado un enorme hueco por el que se ve el día que vendrá, siempre despejado y sereno. Sin embargo, en realidad es un profundo mar de traslúcidos vapores disfrazando un pequeño núcleo de hielo y piedra de no más que media Tierra de espesor.

El leitmotiv de Urano es la tranquilidad: se mueve muy despacio, abrazando al Sol una vez cada 84 que la Tierra lo consigue. Aunque su órbita ilustra una elipse como los demás planetas, Urano se abre paso en el espacio del modo más elegante: en lugar de hacerlo como un trompo sobre uno de sus polos, rueda de costado, rayando con el ecuador su vasta vía sideral. Gracias a esta extravagancia, por mucho que gira sobre sí mismo, las jornadas uranias parecen no transcurrir jamás: atados así año y día, desde Urano se verían mediodías sólo en los polos, estáticos durante décadas, y luego un repentino atardecer precipitado hacia la más sombría noche de otros cuarenta y dos años más.

UranoPero incluso en pleno día, sujetado a su lejano rincón, Urano es el planeta más frío del imperio solar, siempre por debajo de los doscientos grados negativos. En el lugar de nuestra Luna, sería un lugar prohibido e intimidante, quizá habiéndonos obligado a renunciar a los sueños de pisar otro mundo, permitiendo no mucho más que lanzarle sondas como piedras a un estanque volador.

A pesar de su simetría estacional frente al Sol, el sur, si es que existe tal cosa en un planeta con los polos a los lados, generalmente es más brillante que el norte, con nubes mayores pero más bajas y opacas. Y es casi todo lo que se puede decir hoy acerca de su difusa atmósfera cian, surcada por una blanca bufanda que cada varios años surge, desaparece y resurge indistintamente de cada lado.

Cuatro veces mayor que la Tierra y gaseoso como su mitológica prole, Urano es una de las esferas más refinadas del Sistema Solar. Su homogeneidad está bordada por trece delgados y oscuros anillos de finísimas partículas, polvo en su mayor parte, y tiene unos 27 personajes de Shakespeare y Pope orbitando como fantasmagóricas musas, todas lunas frías y desnudas, sin atmósfera entre la nada y su piel.

No es uno de los reinos más llamativos para la vida; su atractivo es mejor el del contraste y la lejanía, el de un extraño mundo de paz que no podemos comprender ni perturbar.


Mercurio

Venus

Marte

Júpiter

Saturno

Urano

Neptuno

3 comentarios

  1. ¿Habra una tierra orbitando la tierra?

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  2. A mí también me gustaría ver una Tierra orbitando la Tierra, estaría bien.

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