...la piel, gracias al nuevo concepto que la humanidad estaba necesitando: el tatuaje digital, que permitirá llevar implantado un teléfono celular bajo la piel y acceder a él mediante tatuajes sensibles al tacto. Más bien se trata de implantes que de un tatuajes, pero los términos evolucionan junto con los conceptos, y éstos con la técnica. El tatuaje digital está en desarrollo...

El teléfono iría escondido dentro del brazo, conectado a las arterias, y se cargaría con la propia energía del cuerpo (oxígeno y glucosa). Las teclas, el tatuaje propiamente dicho, estarían compuestas de una tinta negra especial que se volvería transparente al apagar el implante. Del mismo modo se constituiría la pantalla del aparato.

Si bien se trata de un concepto sin modelos construidos (aún), creo que el uso de este tipo de tecnología es inevitable. Quizá no en telefonía móvil, quizá no pronto, pero es incuestionable que el Ser Humano se va fundiendo (y confundiendo) poco a poco con las máquinas, y esto abre todo un abanico de posibilidades, algunas aterradoras, otras muy útiles, todas sorprendentes.

Tiene sus ventajas: no es fácil perderlo ni que te lo roben; no hay que recordar recargarle la batería; puede realizar otras funciones adicionales, como monitorear el estado de la sangre, o hasta podría incluir un desfibrilador para casos de ataques cardíacos. Pero, muchos ya están demasiado mimetizados con sus teléfonos, aún sin esta tecnología. Habría que preguntarse seriamente si es mejor el remedio que la enfermedad. Personalmente, nunca usaría una cosa así, no porque no me parezca fantástica... que cada quién se meta el teléfono donde le plazca.

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