¡Al fin un invento útil! Cebollas que no hacen llorar. A eso le llamo progreso. La idea está siendo desarrollada por científicos japoneses y neo-zelandeses y, aunque aún se encuentra en etapa de perfeccionamiento, aseguran que pronto podremos cortar cebollas sin que se nos caiga una sola lágrima. A continuación, una breve explicación de por qué hacen llorar las cebollas y de cómo la ciencia puede ayudar a superar este problema...


La cualidad lacrimógena de dicho vegetal se debe a una enzima dentro de sus células que al romperse se combinan con otros elementos presentes en la cebolla y producen propanotial óxido. Este gas, al llegar a los ojos, se une con el agua y crea ácido sulfúrico. El cerebro reacciona enviando más lágrimas a los ojos para aliviar la irritación, pero esto en realidad aumenta la producción de ácidos. Desde 2002, a los científicos se le están cayendo las lágrimas intentando descubrir cuál es esa misteriosa enzima que comienza el proceso, y parece que lo han logrado.

Todavía estamos a una o dos décadas de poder cocinar con esta maravillosa invención, ya que los prototipos actuales, si bien han mejorado, no mantienen el mismo sabor (aparentemente el gas venenoso juega un papel importante en él). A partir de este descubrimiento, se espera alcanzar en unos años la cebolla ideal, conservando todo su sabor -e inclusive realzándolo- y eliminando toda su propiedad lacrimógena.