Cibermitanios

Experimentos filosóficos para un día de ocio (2)

3 simples ejercicios de filosofía práctica que pueden cambiar tu vida.
Renegué toda una semana de revivir este año los "experimentos filosóficos", porque mi entonces idea era que cada quien inventara los suyos. Entre tanto y tan poco, el ocio me llevó a escribir muchas cosas alejadas de la temática del mes, y recién hoy pensé que mis ejercicios iban a ser con mucha probabilidad distintos y nuevos para la mayoría, como para mí los ajenos; me senté, y salió algo también nuevo para mí.


Ponerle un título a tu vida



Dice mucha gente que no conozco que en ciertas ocasiones extremas se ve pasar la propia vida como una película. Honestamente, nunca me pasó, y dudo que sea algo que pueda producirse involuntariamente, pero debe ser una experiencia espeluznante maravillosa. Entonces, ¿por qué esperar a estar colgando con dos dedos de la rama de un árbol en llamas bajo el cual se agita un remolino de zombies en ayunas? Propongo una tarea difícil pero satisfactoria: visualizar hoy nuestra película y además elegirle un título (hay una razón importante para esto último).

Deberemos resistirnos a inventar un título en base a nuestras expectativas, como "Las increíbles fantasías pornográficas de Conchita de Pilada", o una que no le diga nada al espectador, como "Memorias de un olvidadizo"; en cambio, habrá que apelar a la retrospectiva para construir una síntesis realista, sin por ello renunciar a la poética. Y tomando como punto de partida el experimento de titular nuestra existencia, recorreremos la memoria como verdaderos críticos de cine.

Puede llevar un buen tiempo recapitular las escenas clave de una vida, sin olvidar incluir aquellas que no queremos recordar, y especialmente esas largas y aburridas que empobrecen la trama y que jamás pondríamos en el tráiler de nuestra vida pero que sin embargo nos llevaron a este instante, que tomaremos como final abierto de la primera parte de una saga.

El género autobiográfico, a diferencia total del autorretrato -que paradójicamente siempre es una imitación de cómo nos ven los otros-, es un arte que requiere ante todo sinceridad: ¿Cuál es el elemento más representativo de tu vida? ¿Predomina en ella la comedia o la tragedia? La diferencia fundamental entre ambas es la forma en que uno las ve: la comedia está compuesta de tragedias sin importancia, de las cuales nos podemos reír, y la tragedia es poco más que una mala comedia, llena de chistes malos de la vida. Ambas pertenecen al género dramático. "Drama" significa "acto" o "hecho". ¿Cómo vas a ver lo hecho, qué importancia le vas a dar?

Propongo que escribas dos títulos: uno trágico y tres cómicos, y que elijas el que quieras teniendo en cuenta que mañana empezarás a rodar la segunda parte de tu vida y que algún día, sin importar que sea cómica o trágica, podría ser un éxito... o lo último de la industria del aburrimiento.


Hacer un árbol de personas



¿Cuántas personas conociste a lo largo de tu vida (o debería decir "a lo corto de tu vida", porque la vida es corta)? Sin contar esos miles de rostros que se cruzan casualmente y que apenas son extras en Inserta aquí el título de tu película, ni aquellos conocidos que no tienen una verdadera importancia protagónica, seguramente siguen siendo miles.

Un buen método para limpiar la lista de extras y personajes superfluos es crear un árbol causal de conocidos, es decir: tomar las pocas personas que actualmente tienen cierta importancia en tu vida y escribir sus nombres lado a lado en un papel; luego, por cada uno, hacer memoria y escribir debajo el nombre de la persona gracias a la cual conociste a la de arriba... y agregarle a los costados otras personas a las que te haya conducido.

Repitiendo el proceso por cada nuevo nombre, que se irá haciendo más difícil para la memoria, dibujarás un extraño árbol sociológico: con pocos frutos en su cima, ensanchado cerca del centro por la savia de personajes que creías olvidados pero con roles insospechadamente decisivos en la trama que vas tejiendo: con complejas ramificaciones entrecruzadas, hojas fugaces cuyos nombres son ya un signo de interrogación, espinas perennes e imborrables figuras talladas en la corteza... hasta terminar en una débil raíz que lo sostiene todo en la historia de tu vida.

Este ejercicio filosófico tiene dos efectos, o tres si se lo realiza mientras se aspira pegamento: uno inmediatamente histórico y factual, que recupera un sentido personal extraviado en el anonimato del tiempo, y otro más lejano y abstracto, que nos revela que no estamos en ese dibujo, pero que somos parte de otros árboles, tal vez partes importantes en su crecimiento, tal vez vástagos de una impensada historia universal sin los cuales el presente y el futuro serían completamente diferentes, o quizá imposibles.


Llamar por teléfono al pasado



Y, para terminar con este recorrido dramatúrgico-filosófico, haremos otro experimento -asumiendo que hayas hecho los anteriores y no me hayas hecho perder el tiempo de ocio porque la idea es sólo y nada menos que semilla para la práctica-. Vas a necesitar, además de dejar el pegamento, el papel donde ejercitaste la idea precedente, porque la primera parte de esta experiencia exige que juguemos al detective, y nunca se ha visto un detective drogado, aparte de Sherlock Holmes, House y todos los demás.

Esto puede parecer cobrar el tono tedioso de "tarea para el hogar", pero no olvides que al final habrá una impagable revelación filosófica. El procedimiento consiste en elegir bajo criterios que dejo en tus manos un puñado de esas personas recordadas, rastrear por el método que más te satisfaga su número de teléfono y llamarlas, así porque sí, sin ningún motivo pensado de antemano. Es importante no preparar siquiera un discurso inaugural y dejarlo ser como un encuentro inesperado en la calle, un simple cuadro azaroso con anchas pinceladas de desconcierto y sorpresa mutua.

¿No se te ocurre nada que decirle? Sugiero apelar a una de las mejores tácticas del detective: mentir descaradamente. Decirle a un viejo amigo (que probablemente no volverás a ver) que te convertiste en astronauta, en actor o actriz porno o en detective o filósofo -que después de todo sería momentáneamente cierto (lo del porno)-. O simplemente decir la verdad: "Te llamé porque estoy jugando al detective; lo leí en Cibermitanios. Este es el título de mi película..."

Como sea que resulte la charla bizarra, aunque sea corta como el encuentro casual de los transeúntes, resulte letra capital de un nuevo capítulo o punto final de amarillentas páginas inconclusas, te aseguro que, si al final del día de ocio te atreviste a llamar al menos a una persona del pasado, no sólo te experimentarás más completo y sentirás que fue uno de los días mejor invertidos de tu vida (por original), que realmente hiciste un viaje por el tiempo y que flotas entre dos dimensiones invisibles para el resto como quien ha pisado la Luna y ahora compra el pan, sino que también querrás volver a hacerlo, y hasta incluso quizá llamar a un desconocido o (sólo para valientes) hacerlo cara a cara, como si no supieras lo que es la rutina y la mediocridad no se hubiera apoderado nunca de la infinitud de posibilidades que significa estar vivo y tener pensamientos propios, ¡únicos en el universo!, y no pensar con la razón de los otros, que es la razón que te demora.

26 comentarios

  1. me llevo la tarea a la casa... (al camino a casa) haber que pasa :)

    ResponderEliminar
  2. Nunca se me ocurrió ponerle un título a mi vida, será una actividad interesante, aunque tendré que pensármelo un buen tiempo.
    Me inclinaría a hacer esto último, visitar mi pasado; hace unos cuantos años vivía en otra casa y nos mudamos repentinamente sin explicación aparente y nunca regresé allá, me gustaría saber que pasó con todas esa personas que conocía...
    A pesar de que la actividad del árbol pareciera ser algo sencillo, uno se da cuenta que en todos estos años de existencia no hemos estado muy solos, tienes razón, aparecen ramificaciones y una gran cantidad de hojas y eslabones.

    ResponderEliminar
  3. Bendito Ayreonauta.

    No creo poder poner título a la película. Sí me animaría conociendo el final. Un grosso artículo para releer. Salud!

    ResponderEliminar
  4. PD. "porque mi entonces idea era" está alverres, no se puede copiar, caramba, ésto para mi es magia

    ResponderEliminar
  5. Para mí está al perfecto derecho.

    ResponderEliminar
  6. es lo primero que pensé, se ve que me equivoqué

    ResponderEliminar
  7. Yo pienso que la primera idea generalmente es la peor. Son las que se juntan tras la puerta, apuradas por salir, sin importar a dónde.

    ResponderEliminar
  8. hablando de cosas medias trip...alguna vez han escuchado sobre esas cosas de drogas sonoras?, se llaman i-doser por cierto me gusto mucho en tu primer "experimentos filosoficos para un dia de ocio" el de hablarte a ti mismo como si lo estubiera haciendo otra persona e intentar responder aunque seas que eres tu el que te hablas... loco, me encanta tu blog ayreonauta :)

    ResponderEliminar
  9. Quién habló de trips? ja. No me gustó lo del nombre de la película, no lo puedo hacer, y no me quiero poner a pensarlo. Peero me gustó MUCHO lo del árbol de conocidos, y también mucho lo de llamar a la old school. Me reí mucho con lo de simplemente decirle la verdad "lo lei en cibermitanios, este es el titulo de la película.." jaja.. me reí MUCHO! buenaso. Saudades

    ResponderEliminar
  10. Ya tengo el título de mi película: "Yo, tú, él, nosotros, vosotros y ellos".

    ResponderEliminar
  11. me parece super aburrido, sorry jajaja quiza a otros les divierte, o quiza la idea esta enfocada a otra cosa en vez de divertir. Lo que rescato es el commentario que hizo el otro anonimo sobre el i-doser, jajaja lo estoy googleando, parece copado. saludos

    ResponderEliminar
  12. Quiero conversar con un extraño. Creo que va a ser divertido, más aun si "miento" acerca de mi. No me gusta mentir, pero ese será un buen momento para regresar a mi infancia y mentir "como Dios manda".

    ResponderEliminar
  13. Jajaja... el nombre de mi pelicula sería "Echele pa'delante que pa'tras sale solito", y sería una Comedia con tintes tragicos, o al revés, depende del expectador, lo que es yo ya aprendí a reirme de mis desgracias.
    Lo del arbol ya lo hice y me contacte con mi amigo/enemigo del cole, quedamos en juntarnos para las vacaciones y ponernos al día... que te parece eso?? Interesante experimento!

    ResponderEliminar
  14. ¡Bien completo! Ahora te falta hacer el póster de la película (no te va a salir tan barato leer este blog).

    ResponderEliminar
  15. Demonios!... creo que ocupare una buena dosis de photoshop esta noche.

    ResponderEliminar
  16. Creo que el titulo de mi vida es "A mi me gusta así" Sería como un documental XD la verdad es que mi vida no es tragica (bueno si, pero siempre termina bien) y es comedia, pero solo para mi... a los demas no les causaria gracia (talvez por que no entienden mis chistes) Por el momento es lo que llevo hecho :D

    ResponderEliminar
  17. "little dreamer", siempre lo pensé como el titulo de mi vida XD

    ResponderEliminar
  18. "conviviendo con el enemigo" por alguna extraña razón pienso que "mi" actual existencia no debió ser humana

    ResponderEliminar
  19. Titulo de mi vida: "Mascara de Arlequín". Según la suma de los factores como mis gustos personales y arquetipos junguianos, ese sería el mejor titulo que se me ocurre para mi vida. Utilizaría la mascara de lo que, bajo mi punto de vista, es el significado primordial de un arlequín: un individuo del cual su sombra se basa en el desinterés producido por el miedo a sus responsabilidades y la frustraciones productos de sus idealizaciones rotas que bajo esas condiciones utiliza el disfraz de un bufón de critica ácida y humor absurdo-nihilista para poder hacer más llevadera los simples dolores de su vivencia diaria consigo mismo. No me fue difícil llegar a ese titulo y no tuve la necesidad de elaborar un nombre trágico y tres cómicos porque considero la esencia de la vida humana estándar como una tragicomedia.

    ResponderEliminar
  20. "Vida Y Muerte De Una Mente Diferente"

    ResponderEliminar
  21. 'como si no supieras lo que es la rutina y la mediocridad no se hubiera apoderado nunca de la infinitud de posibilidades que significa estar vivo y tener pensamientos propios, ¡únicos en el universo!, y no pensar con la razón de los otros, que es la razón que te demora'

    Excelente cierre, creo que esa frase sola tiene la misma fuerza que muchos otros experimentos filosóficos propios

    ResponderEliminar
  22. "El ultimo recuerdo"

    ResponderEliminar
  23. Andanzas de una desmemoriada mente calva.

    ResponderEliminar
  24. Vaya, en difinitiva, ¡adoro los experimentos filosóficos!
    Creo que mi película se quedará sin título, lamentablemente. Nunca se me han dado bien los nombres, ni a mi gato le pude colocar uno decente. Si algún día llega una pizca de inspiración -y tengo un cuaderno convenientemente cerca- algo se me ocurrira.
    El árbol de personas, con el veré hasta cuál llega mi memoria. Me gustaría llamar a algunas personas, pero esos silencios incómodos son realmente eternos a veces. Lo más triste es como puede cambiar una amistad con los años, y todos esos detalles pequeños que reflexionamos camino al pan.
    Curioso lugar donde poner a trabajar la mente...
    ¡Ah! Se me olvidaba. Estimado autor de este artículo, ¿qué título decidiste para tu película? Puedes tomar la pregunta como mera curiosidad, o sentirte levemente acosado.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  25. Dudo que mi película pueda ser comercializada legalmente, tuve mucho sexo cuando era niño... drogas... y violencia... definitivamente sería cine de "culto" para padrecitos pederastas...

    Ahora que lo pienso las niñas que conocí de niño se han alejado... pobres, seguro necesitaron mucha terapia... quise contactarlas por fb... pero las vi y están casadas y/o/u obesas, feas insalubres....

    El resultado de este experimento es una reflexión... he sido un suertudo de ptm...

    ResponderEliminar

Acepto los términos de uso.