Cibermitanios

La bacteria de la inteligencia y la felicidad

¿Qué pensarías si te dijera que parte de tu inteligencia se debe a una bacteria que se aloja entre los pliegues de tu cerebro?
¿Qué pensarías si te dijera que parte de tu inteligencia se debe a una bacteria que se aloja entre los pliegues de tu cerebro? No es un insulto barato. De hecho, podría agregar que también te produce un bienestar físico y psicológico. Quizá no puedas imaginarlo por falta de bacterias, pero es una posibilidad que la ciencia está analizando cuidadosamente, como verás en los siguientes párrafos...

Mycobacterium vaccaeSi tomamos un puñado de tierra y lo ponemos bajo el microscopio (deberías tener uno) encontraremos una cosa similar a la de la imagen, exceptuando el "cibermitanios.com.ar".

Son colonias de la bacteria Mycobacterium vaccae.

En 2007 se descubrió que esta bacteria podía activar en nuestros cerebros un grupo de neuronas especiales que producen serotonina.

La serotonina es un neurotransmisor fundamental para el equilibrio del organismo. Si te falta la serotonina en el cerebro, inmediatamente sentirás agresividad, ansiedad, depresión y problemas sexuales. O sea que no te salva ni Freud ni el Viagra.

Para que se entienda mejor: la serotonina es eso que inunda el cerebro después de un orgasmo.

Los medicamentos antidepresivos incitan la producción de serotonina, al igual que la mencionada bacteria, pero dejan rastros de otras sustancias indeseables y no son tan precisos en la clase de neuronas que activan. Es más bien como tratar de prender la luz a tiros.

Muchos alimentos contienen serotonina, pero sus moléculas no pueden llegar desde el sistema digestivo hasta el cerebro, por lo que la dieta no afecta en nada. Esa es la ventaja de la bacteria, que, aunque sea ingerida, se abre paso hasta las neuronas y hace que el cerebro genere su propia medicina.

Al descubrir estas cosas, los científicos probaron la bacteria en pacientes con cáncer. No esperaban que se curasen, pero sí que se sintieran mejor, y eso fue lo que ocurrió. Incrementaron su producción natural de serotonina, y en consecuencia les mejoró el sistema inmune y el humor, aliviando el dolor.

Eso fue hace tres años. Como la serotonina también tiene un papel bastante desconocido en la percepción, el aprendizaje y la creatividad, se comenzaron a hacer estudios al respecto...

Ahora, se descubrió que la misma bacteria puede mejorar significativamente la habilidad de aprender.

Como siempre, los experimentos se hicieron sobre ratones: aquellos que tenían la bacteria en sus cerebros fueron capaces de resolver laberintos en la mitad del tiempo que los otros, además de hacerlo de una manera mucho más tranquila. La ansiedad y el aprendizaje -sospecho- no son buenos aliados.

Al quitarles la bacteria, los ratones perdieron la capacidad extra de aprendizaje, pero no olvidaron lo aprendido y aún podían navegar mejor que los otros ratones en los mismos laberintos, de manera que no sólo habían aprendido más rápido, si no que habían aprendido mejor.

Puede parecer un logro sin importancia, pero resolver un laberinto es para un ratón lo mismo que para nosotros resolver un test de coeficiente intelectual para que nos den la cena.

Las similitudes entre el cerebro humano y el de los roedores sugieren que la bacteria podría también mejorar nuestra capacidad de aprendizaje.

A primera vista, puede que no suene muy lindo tener bacterias susurrando cosas inteligentes en nuestro cerebro, pero lo que verdaderamente ocurre es que, junto con el incremento de serotonina, las bacterias estimulan el crecimiento de las neuronas y sus conexiones.

Luego de que se descubra cómo funciona exactamente esta bacteria, es posible que la veamos incluida en muchos alimentos, y no sería más extraño que tener el estómago repleto de bacterias Lactobacillus, que son unas porquerías que le meten a la leche de vaca para que el ser humano pueda digerirla.

Por ahora, lo importante es que esta bacteria está por todos lados, excepto cuando le cae una ciudad encima.

En épocas en las que era una opción, no había niño alguno que no jugara con tierra o barro, lo cual -con o sin bacteria- es una actividad maravillosa: conocer la sustancia del mundo que nos rodea. Ensuciarse, oler y hasta saborear la tierra podría ser un reflejo natural, una parte fundamental del desarrollo y del aprendizaje.

tierraAquellos que sentimos la necesidad del contacto con la naturaleza y conocemos sus beneficios podemos imaginarlo ahora de este modo: la tierra es una droga natural que no sólo combate la depresión si no que también estimula la inteligencia.

Aún está siendo investigado, pero se especula que las bacterias se las arreglan para llegar a nuestro cerebro con que sólo respiremos el aire de su ambiente, es decir, aire de cualquier ambiente que tenga tierra fresca. Comer tierra también sería efectivo, pero menos glamouroso. Al menos en los ratones funciona así: pueden ser inhaladas, ingeridas o incluso absorbidas por la piel.

Todo esto me recuerda otros beneficios de la naturaleza, pero hablaré de ellos en otro momento -y de cómo obtenerlos en la ciudad-. Lo que quiero decir ahora es que la obsesión por la limpieza y el orden nos aleja de los peligros de la naturaleza, pero también de sus beneficios, y sería bueno tener en cuenta ambos antes de lavarnos las manos y deshacernos de la última partícula de polvo.

15 comentarios

  1. No lo puedo creer, lo del los gusanos que hacian a Philip J. Fry más inteligentes son reales!

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  2. Anónimo1/6/10 20:26

    Ayreonauta por favor decíme como obtener esa bacteria en dosis altas como la que le dieron a los ratones.

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  3. .... pero lo que verdaderamente ocurre es que, junto con el incremento de serotonina, las bacterias estimulan el crecimiento de las neuronas y sus conexiones.

    ¿A que te refieres con crecimiento?

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  4. La misma pregunta que Xexito, hasta donde yo se, no se pueden crear nuevas neuronas, solo nuevas sinapsis o conexiones entre ellas

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  5. "Crecimiento" debe entenderse como "regeneración", no como "generación".

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  6. esto me recuerda a un cuento de Asimov... pero claro, él ya se nos ha adelantado en más de una ocasión.. tenía ya tiempo sin comentar nada.. Saludos!

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  7. Hum... Pues nada, ya estoy preparando la mochila para irme a la montaña a comer tierra, necesito cualquier cosa esta semana para estudiar el examen de selectividad...

    Fuera bromas, un contenido nuevamente interesante.

    Mis felicitaciones Ayreonauta :)

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  8. akuma989@hotmail.com2/6/10 12:05

    excelente post como siempre

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  9. ayreonauta gracias por la aclaración, pense que señalabas que las neuronas creían de tamaño... pero al decir regeneran me entraron más dudas hasta donde entendía que la alta especialización que tenían, no les permitía regenerarse si sufrían graves daños... pero encontré esto... http://www.consumer.es/web/es/salud/investigacion_medica/2007/03/16/160809.php que considero lo mejor que he aprendido esta semana.

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  10. hijole!!! pues no les quiero causa envidia pero por aca a diario puedo ir a la montaña, será por eso que soy tan feliz?!

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  11. ¿no se ha encontrado la serotonina en ningún otro alimento? porque la necesito!!!!!!!
    Que lastima no haber creado el artículo un par de días antes; tendríamos a todos esos mamoncetes (futuros universitarios) comiendo tierra frescaaaaa!!!!!

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  12. eres de lo mejor tu pagina es de lo mejor me haz hecho reir como hace tiempo no lo hacia felicidades

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  13. INTERESANTE!!!

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  14. no tenia ni idea de eso pero es muy interesante

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