El amor imposible de William Crookes
Una de las historias de amor más hermosas que existen, la de un científico que se enamoró de... un fantasma.
29/7/09
Esta es una historia auténtica que oí ayer y no pude evitar investigar un poco más para compartirla; probablemente, una de las historias de amor más hermosas que existen. Su protagonista es William Crookes, un sobresaliente científico que inventó el tubo de rayos catódicos y descubrió el talio, entre otras cosas. Pero su vida personal sobrepasó todos los límites de la ciencia, dando origen a esta maravillosa anécdota...
En 1871, William Crookes conoció a Florence Elisa Cook, una medium londinense de tan sólo 15 años, edad que no le impedía estar en perfecto contacto con la muerte y sus representantes. Y digo "perfecto contacto" porque era -según cuenta Crookes- capaz de invocar espíritus corpóreos y parlantes.
Entre sus más famosas hazañas se cuenta la de haber dado forma material al espíritu de Katie King, una joven y hermosa mujer a quien varios tuvieron el honor de ver y tocar, incluyendo al príncipe de Sayn Wittgenstein, quien llegó a pedirle al espectro que posara para una foto, a lo cual accedió gentilmente. En el proceso, un brazo desconocido irrumpió en la escena, agitando los dedos y arruinando la foto, lo cual demuestra que el limbo no está exento de idiotas. Como acostumbraba en sus sesiones, Katie avisó que sus fuerzas se agotaban y que no podría permanecer material durante más tiempo, y luego se hundió en el suelo hasta desaparecer completamente...
Pero más tarde apareció Crookes, quien llegaría a tomar 44 fotografías de Katie. También, como buen científico, hasta le tomó el pulso y le cortó un mechón de pelo para corroborar su materialidad. El encuentro se repitió innumerables veces durante los siguientes tres años, y ambos, el científico y el fantasma, llegaron a desarrollar una extraña relación tan personal que incluso andaban por la habitación tomados del brazo.
Crookes tomó las siguientes notas:
En conclusión, Crookes se enamoró perdidamente del fantasma, lo cual no fue una muy buena idea...
El 21 de mayo de 1874, Katie reveló la identidad que había tenido en vida: Annie Owen Morgan, hija del pirata Henry Morgan, y luego declaró que esa sería su última visita a este mundo, porque pasaría a un nivel más elevado. Al final de la sesión se desvanecería como siempre, pero nunca más podría volver a materializarse.
Crookes pidió a Katie un primer y último beso antes de que se marchase, y ella se lo dio, tras lo cual hizo su dramático acto final de desaparición.
Crookes quedó devastado. Vagó desconsolado intentando encontrarla durante años, lapso en el cual escribió y publicó Researches in the Phenomena of Spiritualism, libro del cual extraje la cita de más arriba y que, básicamente, asegura la indudable autenticidad del espiritismo, aunque con pocas o ninguna prueba.
Por supuesto, estas declaraciones le costaron a Crookes convertirse en la risa del organismo científico en el cual con tanto y tan buen trabajo se había ganado un lugar. Aún así, Crookes prosiguió paralelamente con sus investigaciones y la búsqueda de su amada desvanecida hasta que, en 1880...
Los medios informaron del arresto de una señora llamada Elgie Corner, por el delito de fraude. Su cara, reproducida en todos los periódicos, era idéntica a la de Katie King.
Crookes, lejos de sentirse humillado, recobró el latir de su corazón porque ¡Katie era real y estaba viva! Desesperado, visitó nuevamente a la medium que los había presentado, Florence Cook, para suplicar que le diera información sobre su tan amada Katie.
Florence, sin embargo, no se conmovió. Simplemente continuó con la farsa, asegurando que Katie era un fantasma y que él no la volvería a ver. Y, de hecho, nunca más la vió.
Fantasma de la hija de un pirata o fraude total, Crookes la amaba igual, como lo hubiese hecho cualquier otro enamorado.
Y la siguió amando al menos hasta enterarse de su fallecimiento tres décadas más tarde.
En 1871, William Crookes conoció a Florence Elisa Cook, una medium londinense de tan sólo 15 años, edad que no le impedía estar en perfecto contacto con la muerte y sus representantes. Y digo "perfecto contacto" porque era -según cuenta Crookes- capaz de invocar espíritus corpóreos y parlantes.
Entre sus más famosas hazañas se cuenta la de haber dado forma material al espíritu de Katie King, una joven y hermosa mujer a quien varios tuvieron el honor de ver y tocar, incluyendo al príncipe de Sayn Wittgenstein, quien llegó a pedirle al espectro que posara para una foto, a lo cual accedió gentilmente. En el proceso, un brazo desconocido irrumpió en la escena, agitando los dedos y arruinando la foto, lo cual demuestra que el limbo no está exento de idiotas. Como acostumbraba en sus sesiones, Katie avisó que sus fuerzas se agotaban y que no podría permanecer material durante más tiempo, y luego se hundió en el suelo hasta desaparecer completamente...
Pero más tarde apareció Crookes, quien llegaría a tomar 44 fotografías de Katie. También, como buen científico, hasta le tomó el pulso y le cortó un mechón de pelo para corroborar su materialidad. El encuentro se repitió innumerables veces durante los siguientes tres años, y ambos, el científico y el fantasma, llegaron a desarrollar una extraña relación tan personal que incluso andaban por la habitación tomados del brazo.
Crookes tomó las siguientes notas:
La fotografía es insuficiente para describir la perfecta belleza de la cara de Katie, ya que las palabras son impotentes para describir el encanto de su forma. La fotografía puede, de hecho, dar un mapa de su rostro, pero ¿cómo puede reproducir la brillante pureza de su tez, o la variante expresión de sus movimientos, a veces eclipsados con tristeza al contar algunas de las amargas experiencias de su vida pasada, a veces sonriendo con toda la inocencia de la niñez cuando mis hijos se reúnen a su alrededor [...]?
En conclusión, Crookes se enamoró perdidamente del fantasma, lo cual no fue una muy buena idea...
El 21 de mayo de 1874, Katie reveló la identidad que había tenido en vida: Annie Owen Morgan, hija del pirata Henry Morgan, y luego declaró que esa sería su última visita a este mundo, porque pasaría a un nivel más elevado. Al final de la sesión se desvanecería como siempre, pero nunca más podría volver a materializarse.
Crookes pidió a Katie un primer y último beso antes de que se marchase, y ella se lo dio, tras lo cual hizo su dramático acto final de desaparición.
Crookes quedó devastado. Vagó desconsolado intentando encontrarla durante años, lapso en el cual escribió y publicó Researches in the Phenomena of Spiritualism, libro del cual extraje la cita de más arriba y que, básicamente, asegura la indudable autenticidad del espiritismo, aunque con pocas o ninguna prueba.
Por supuesto, estas declaraciones le costaron a Crookes convertirse en la risa del organismo científico en el cual con tanto y tan buen trabajo se había ganado un lugar. Aún así, Crookes prosiguió paralelamente con sus investigaciones y la búsqueda de su amada desvanecida hasta que, en 1880...
Los medios informaron del arresto de una señora llamada Elgie Corner, por el delito de fraude. Su cara, reproducida en todos los periódicos, era idéntica a la de Katie King.
Crookes, lejos de sentirse humillado, recobró el latir de su corazón porque ¡Katie era real y estaba viva! Desesperado, visitó nuevamente a la medium que los había presentado, Florence Cook, para suplicar que le diera información sobre su tan amada Katie.
Florence, sin embargo, no se conmovió. Simplemente continuó con la farsa, asegurando que Katie era un fantasma y que él no la volvería a ver. Y, de hecho, nunca más la vió.
Fantasma de la hija de un pirata o fraude total, Crookes la amaba igual, como lo hubiese hecho cualquier otro enamorado.
Y la siguió amando al menos hasta enterarse de su fallecimiento tres décadas más tarde.
Este es uno de los artículos de este blog que catalogo como desinteresados, lo siento, pero estas cosas no me gustan D:.
ResponderEliminarAún así, espero tu proximo post ;)
como me suscribo a este blog?
ResponderEliminarYo creo en fantasmas. ¿Y vos, Ayreo?
ResponderEliminarChristian01, agregué un menú provisorio justo arriba de los comentarios. Con tu cuenta de Blogger, podrías simplemente seguir este blog.
ResponderEliminarAventurero, no tengo una respuesta sencilla para eso, tal vez porque no lo tengo tan en claro. No veo qué pueda impedir la existencia de los fantasmas ni mucho menos enamorarse de ellos, aunque me preocupa más bien la existencia de la vida antes de la muerte, que ya es bastante misteriosa. Algún día hablaremos más a fondo de eso, si Lfg_1995 no se enoja ;)
Creo que la historia se tornaba interesante, y se termino muy "Seca"
ResponderEliminarpero bueno no siempre se puede tener todo en la vida.
Una historia muy loca. Me gustó conocerla, no sé si al relato o al fantasma del relato. Los que rechazan este tipo de cosas suelen ser muuuuuuuuuuuuuy miedosos: bú!!
ResponderEliminarjejeje. Bueno, tengo sentimientos encontrados de risa y ternura. Es que este hombre no era un estúpido, simplemente, desde mi punto de vista (está claro) no perdió la candidez que tiene un niño y que tarde o temprano la mayoría la pierde.
ResponderEliminarHace no más de 15 minuto, un amigo me empezó a hablar por el msn diciendo que tenía miedo, porque su perro, en la planta baja no dejaba de ladrar y llorar mirando a dos puntos fijos, uno en la ventana y otro en el techo. En fin, el muy boludo no se animaba a bajar así que me llamo para tener con quien hablar si se encontraba con algo, pero no se emocionen que no había nada. El perro sigue llorando y ladrando en este momento, mi amigo esta en el piso de arriba con la compu esperando a que llegue el hermano de una fiesta.
ResponderEliminarEn fin escribí todo esto porque después de un par de experiencias bastante raras durante un campamento en mi escuela y de leer en internet varias experiencias muy similares (lo que me hace estar casi seguro de que su perro no esta tan loco) me acorde de este post que leí hace mucho. Y creo ayreonauta que llego el momento de hablar mas de esto ;).
PD: hacia mucho que no comentaba, supongo que estarás cansado de leer tantos "que gran blog" así que simplemente te voy a decir que admiro como escribís e investigas en cada ocasión. Un saludo.
Grazie.
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