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Materia programable

Una tecnología que permitirá controlar las tres dimensiones de un objeto.
La Materia Programable (o "mutante") es una tecnología en desarrollo que permitirá controlar y manipular las tres dimensiones físicas de un objeto, es decir, moldear la materia tangible como si fuese virtual, de manera similar a como ya se controlan y manipulan las imágenes digitales. En pocas palabras, estamos hablando de crear objetos que puedan adoptar cualquier forma, como el T-1000 de Terminator 2.


El concepto de "materia mutante"




Mucho de lo que alguna vez vimos en el cine (Terminator, Transformers) podría hacerse realidad bastante pronto.

Una escena creada por medio de esta tecnología sería tan real que el observador podría no distinguirla de la realidad misma, especialmente si no sabe que es una simulación. La pregunta es: ¿lo es? ¿Es una simulación, o ya estamos hablando otra vez de la realidad? El problema no es tan simple como parece...

Uno podría fabricar con esta técnica una bicicleta con cada una de sus piezas funcionales y, en realidad, habría construido una bicicileta. Pero también podría crear un pájaro indistinguible de uno verdadero, incluso al tacto. En este último caso, podríamos estar hablando Realidad Sintética.

Esos son los dos primeros ejemplos que me vinieron a la mente. Pero así como existen tan sólo 27 letras en nuestro idioma, con las cuales se pueden formar cientos de miles de palabras distintas que pueden dar lugar a una infinidad de textos diferentes ¡simplemente cambiando sus posiciones!, en el idioma de la materia, las letras son átomos, y podrían contarnos historias verdaderamente impredecibles y asombrosas...


¿Cómo funciona la materia programable?



Los objetos hechos con esta materia no son otra cosa que robots conformados por millones de moléculas que pueden auto-organizarse en complejas estructuras, como se ilustra arriba.

Es más fácil imaginar a estos objetos como cubos Rubik altamente complejos. Cada pequeño cubo que compone el cubo final sería como una molécula, y la forma que podría adoptar el objeto sería prácticamente ilimitada. Incluso su tamaño no tendría límites, ya que un objeto podría extraer moléculas, a la distancia, de otro objeto similar.

Cada una de estas moléculas se posicionará respecto de las otras mediante pulsos electromagnéticos que atraen o repelen a las otras partes. Estarán formadas por piezas especiales llamadas cátomos, o sea, moléculas programables.

Desde hace varios años se viene investigando y trabajando en las moléculas programables y los nano-robots que podrían construirse con ella, y la experiencia alucinante de ver uno de estos dispositivos en acción se encuentra cada vez más cercana.


Problemas de la materia mutante


Mediante esta tecnología, en teoría, puede crearse todo un mundo fantástico con las mismas características de los mundos virtuales o videojuegos, pero con materia tangible en lugar de imágenes proyectadas desde un monitor. Como un Photoshop para la vida real.

Pero la transformación no acaba en la apariencia del objeto. Como se trata de moléculas muy versátiles, cada cátomo puede también funcionar como una bisagra y dotar al objeto de determinada función mecánica: engranajes, motores y casi cualquier cosa imaginable, aunque esta etapa aún se encuentra demasiado lejos.

Actualmente se está trabajando en perfeccionar las moléculas mutantes para que se auto-organicen mediante pulsos electromagnéticos con energía que obtendrán de la luz solar. Los prototipos son grandes y toscos, pero la Ley de Moore asegura su rápida evolución hacia el ideal de los científicos.

Uno de los problemas es el software, la parte que calcule, controle y sincronice los millones de movimientos necesarios para que la materia cambie de un estado al otro. Pero, a pesar de que es lo más difícil de lograr hoy en día, esta es la parte que menos preocupa a la ciencia, ya que sabe que es inevitable alcanzar esa capacidad de procesamiento en pocos años.

Luego, queda el problema de la mecánica, el de ensamblar perfectamente cada cátomo para que actúe como una célula, aunque las simulaciones ya demostraron que también es perfectamente posible. En cuestión de menos de décadas, la Materia Inteligente, podría estar por todos lados, quizá incluso en nuestros cuerpos...


Aplicaciones de los materiales programables


Las primeras aplicaciones serán, seguramente, en el campo de la informática. ¿Quién no soñó con una verdadera impresora 3D? Yo sí, continuamente. Por ejemplo, antes de comprar un producto en e-Bay, podríamos palpar y examinar con detalle una réplica exacta hecha de cátomos. A eso le llamo "previsualizar".

Dejando flotar la imaginación, imagino un dispositivo periférico para mi PC, un scanner 3D que me permita introducir la mano y que una réplica exacta de la misma salga del otro lado, en otra PC. Para qué, lo dejo a tu imginación, pero debo añadir que otra industria que se beneficiaría mucho de esta tecnología es la pornográfica.

El siguiente paso podría darse en la industria automotriz, creando carrocerías que se auto-reparen tras un choque, o en la construcción, dando origen a puertas automáticas que se adapten al tamaño de quien entra, por decir algo. La posibilidades son infinitas: una moto que se pueda guardar bajo la cama, muebles que se adapten a la ocasión, prótesis para impotentes, etc.

Por supuesto, los cátomos también pueden utilizarse para destruir el mundo con una plaga de nano-robots imparables, ya que cada uno es una computadora microscópica que se auto-abastece de energía y que posee un modem wi-fi para comunicarse con los demás, como lo soñó von Neumann; sólo falta hacer que se puedan auto-replicar, y estamos listos (pero no dejaría de ser interesante).